Mi nombre es Ernesto Cavassa Canessa y soy sacerdote jesuita. Actualmente, me desempeño como director nacional de Fe y Alegría del Perú. Nací en Lima, el año de 1952. Realicé mis estudios básicos en el Colegio de La Inmaculada – Jesuitas y luego hice estudios de Letras en la Universidad Católica (PUCP). Ingresé a la […]
Mi nombre es Sixto Coronel Pérez y soy hermano jesuita. Tengo la misión de dirigir el cuidado de la salud de la Provincia Jesuita del Perú, además de acompañar a los jesuitas mayores y a los enfermos residentes en la Enfermería de la Comunidad de Fátima (Miraflores, Lima). Nací en 1961 en Coyunde Grande, pero […]
Mi nombre es Gonzalo Benavides Mesones y soy sacerdote jesuita. Me desempeño como párroco en Andahuaylillas (Quispicanchi, Cusco), desde donde también coordino la pastoral social de las parroquias de la zona. Nací en 1981 en Arequipa. Hice mi educación básica en el Colegio San José – Jesuitas y luego seguí la carrera de administración. Ingresé […]
Mi nombre es César Carranza Lau y soy estudiante jesuita. Actualmente, realizo estudios de humanidades en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y colaboro pastoralmente con el Voluntariado Magis. Nací en Trujillo en 1991 e ingresé a la Compañía el 2018, luego de concluir la carrera de ingeniería mecánica. Me apasiona la física (clásica y […]
Mi nombre es Ernesto Cavassa Canessa y soy sacerdote jesuita.
Actualmente, me desempeño como director nacional de Fe y Alegría del Perú. Nací en Lima, el año de 1952. Realicé mis estudios básicos en el Colegio de La Inmaculada – Jesuitas y luego hice estudios de Letras en la Universidad Católica (PUCP). Ingresé a la Compañía de Jesús a los 19 años de edad y ahora tengo 36 años de sacerdote. Me gusta mucho la lectura; me interesan la teología, la política, la reflexión social y el periodismo inteligente. Me gustan además el cine, la música, las conversas con los amigos, el buen fútbol, la natación y un buen plato de ceviche.
Conocí a la Compañía en el Colegio de La Inmaculada. Eran tiempos de cambios, tanto a nivel social como eclesial, que me marcaron profundamente. El contacto con la pobreza en los barrios limeños y en el campo cajamarquino me acercó a un mundo diferente, y me enfrentó pronto a la pregunta sobre el qué hacer con mi vida. La experiencia de los Ejercicios Espirituales fue el espacio para plantearla. Y aquí estoy.
Mis convicciones centrales pueden resumirse en aportar esperanza a las personas, especialmente a las más vulnerables, en lo que de mí dependa. De ese modo, quiero “ayudar a las ánimas” al estilo ignaciano y participar activamente en la dinámica del Reino de Dios, allí donde me encuentre.
Mi nombre es Sixto Coronel Pérez y soy hermano jesuita.
Tengo la misión de dirigir el cuidado de la salud de la Provincia Jesuita del Perú, además de acompañar a los jesuitas mayores y a los enfermos residentes en la Enfermería de la Comunidad de Fátima (Miraflores, Lima). Nací en 1961 en Coyunde Grande, pero crecí e hice mis estudios básicos en Chontalí (localidades de la región de Cajamarca); ya como jesuita estudié la carrera de enfermería. Ingresé a la Compañía en 1980, cumplidos los 19 años. Me apasiona el deporte, principalmente el fútbol, y también dedico parte de mi tiempo al cuidado y a la contemplación de la naturaleza.
Conocí a los jesuitas en Chontalí, a través del recordado Hno. Eloy Guisado SJ, quien se desempeñaba allí como enfermero, y luego en Pedro Ruiz (Amazonas), gracias a la labor pastoral del P. Alejandro Repullés SJ (“Tato”). Poco a poco me sentí cautivado por la variada y rica misión pastoral y social de la Compañía. Mi entusiasmo creció y opté con generosidad por la vocación de hermano jesuita, con el deseo de entregar mi vida toda al Señor, al servicio del Reino y del Evangelio.
Tengo el convencimiento de que en estos 40 años de jesuita he recibido más de lo que he podido dar, y que esta es una dinámica permanente en mi vida. La Compañía nos prepara para servir al Señor en el ser humano de manera integral. Y en mi caso, sirviendo como enfermero en todas las facetas de la salud o la enfermedad, veo mi vida de religioso plenamente realizada.
Mi nombre es Gonzalo Benavides Mesones y soy sacerdote jesuita.
Me desempeño como párroco en Andahuaylillas (Quispicanchi, Cusco), desde donde también coordino la pastoral social de las parroquias de la zona. Nací en 1981 en Arequipa. Hice mi educación básica en el Colegio San José – Jesuitas y luego seguí la carrera de administración. Ingresé a la Compañía a los 23 años y fui ordenado sacerdote el 2016. Me gusta cocinar, es algo que me relaja mucho, también escuchar música y caminar, especialmente por el campo mientras contemplo el paisaje.
Conocí a los jesuitas en mi colegio. La amistad con algunos de ellos me permitió conocer mejor la vida y la misión de la Compañía de Jesús. Decidí hacerme jesuita porque me sentí identificado con el trabajo de la Compañía en favor de los más necesitados, con su disponibilidad para ir donde sea más necesario, y porque quería compartir mi experiencia de fe.
Estoy convencido de que el bien siempre va a triunfar. No importa cuán difícil veamos el panorama, creo que de la mano del Señor podemos caminar con la confianza de que el mal, en cualquiera de sus formas, se va a debilitar y perecer. También creo firmemente en la conversión de las personas, en que todos somos capaces de cambiar, de corregirnos y superar aquello que no nos permite vivir a plenitud, como lo quiere Dios Padre para todos sus hijos.
Mi nombre es César Carranza Lau y soy estudiante jesuita.
Actualmente, realizo estudios de humanidades en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y colaboro pastoralmente con el Voluntariado Magis. Nací en Trujillo en 1991 e ingresé a la Compañía el 2018, luego de concluir la carrera de ingeniería mecánica. Me apasiona la física (clásica y cuántica), leer poesía y jugar fútbol. Tengo como pasatiempo mirar series y animes en grupo.
Conocí a los jesuitas cuando estaba en la Universidad. Un amigo me pasó un vídeo donde participaba el sacerdote estadounidense James Martin SJ. A partir de esa experiencia decidí buscar a los jesuitas. En Trujillo conocí al P. Juan Novoa SJ e inicié un proceso de discernimiento acompañado por él. Después de reflexionar mucho decidí ingresar a la Compañía de Jesús, porque sentía que Dios me hablaba al corazón, y porque estaba cada vez más enamorado de la vida de Jesús, sobre todo, de cómo servía y se entregaba a los demás. Asimismo, me veía muy atraído por la espiritualidad ignaciana, por el ver y sentir a Dios en todas las cosas.
Estoy convencido de que todos formamos parte del mismo cuerpo de Cristo, de que cada uno tiene diferentes roles y funciones, pero juntos estamos haciendo realidad el Reino de Dios. Y desde lo poquito que podamos aportar estamos construyendo también una sociedad mejor. Puedes encontrar algunas reflexiones mías en ESEJOTAS.